Al castillo de Hus

La excursión a pie hacia las ruinas del castillo de Hus comienza en el pueblo de Záblatí, desde donde se sigue la señalización turística amarilla hacia Hlásná Lhota. A la izquierda se pasa un Vía Crucis que lleva a Dobrá Voda. Cruzando Hlásná Lhota se llega a Křišťanovice.

Este pueblo, atravesado en el pasado por la famosa Ruta Dorada, se menciona ya en el año 1359. Hoy es una localidad netamente recreativa, situada junto a un estanque de diecisiete hectáreas con zona de acampada. Durante el verano hay servicios de restauración y refrescos, aunque también es posible descansar en la playa de hierba con embarcadero. En el estanque, rodeado de bosques, se puede pescar con el debido permiso del Ayuntamiento de Záblatí.

Siguiendo la marca azul, se comienza por una pista forestal que luego se convierte en un estrecho sendero. Se cruza el antiguo foso del castillo y se accede al recinto del castillo medieval de Hus. Fue construido después de 1341 por Pešek de Janovice, señores de Vimperk, con el fin de proteger la Ruta Dorada. Ya en 1359, el castillo tenía bajo su control los pueblos de Záblatí, Husinec y más de veinte aldeas.

Durante las guerras husitas, el castillo perteneció a Mikuláš de Hus, quien murió trágicamente en Praga. Tras un breve periodo en manos de Jan Smil de Křemže, el castillo quedó sin dueño, lo que aprovechó Habart Lopata de Hrádek para asaltar comerciantes desde allí. Los burgueses de Prachatice, gravemente perjudicados, sitiaron el castillo, pero debido a su difícil acceso no lograron tomarlo. Cuando Habart se quedó sin provisiones, negoció su salida libre junto a su banda. Posteriormente, el castillo fue incendiado y demolido. Hoy en día sólo quedan restos de muros.

Las ruinas se encuentran en un hermoso promontorio rocoso sobre el río Blanice, que rodea el sitio con su corriente salvaje. Una placa conmemorativa advierte del peligro: un joven murió tras caer desde el risco al valle. La leyenda dice que quien cruce la “raíz encantada” quedará vagando por el bosque durante tres días. También se aparece una dama blanca que guarda los tesoros que Habart no logró llevarse.

Descendiendo al valle del Blanice, se cruza una pasarela que se reconstruye cada año tras las crecidas primaverales. Luego se asciende nuevamente por cuevas pseudo-kársticas hasta la antigua aldea de Cudrovice. Todo el pueblo, incluida la iglesia de la Coronación de la Virgen María, fue destruido en los años 50. Solo se conservan el cementerio antiguo y los restos de una capilla. En el lugar de la iglesia se erigió recientemente una cruz.

Por una carretera asfaltada se baja de nuevo al valle del Blanice, pasando el antiguo molino (el río Blanice, hasta Arnoštov, es reserva natural nacional), y se llega a Blažejovice. Aunque fue repoblada tras la expulsión de los alemanes, su población nunca volvió a ser la misma. Destaca una casa típica de Šumava bien conservada con frontón a cuatro aguas. Al final del pueblo, junto al puente sobre el Blanice, se ven aún restos de la antigua Ruta Dorada en el bosque.

Siguiendo por la señal amarilla se llega a Albrechtovice, donde se toma la señal azul de regreso al estanque de Křišťanovice. Se desciende a Hlásná Lhota y se gira a la derecha hacia Dobrá Voda. Allí se construyó una capilla a mediados del siglo XVII junto a manantiales de aguas curativas.

En el siglo XVIII, el arquitecto principesco Fortini construyó edificios de balneario. Las termas tuvieron una historia complicada y fueron clausuradas después de 1945. En los años 50 hubo allí una escuela para niños gitanos y desde 1974 hay una escuela en la naturaleza para niños de Teplice. La capilla fue restaurada y las misas se celebran el domingo antes del 16 de julio. Por una pequeña carretera se regresa a Záblatí.

Datos básicos:

• Punto de inicio: Záblatí
• Ruta: Záblatí – Hlásná Lhota – Křišťanovice – castillo Hus – Blažejovice – Albrechtovice – Hlásná Lhota – Dobrá Voda – Záblatí
• Longitud: aprox. 18 km
• Dificultad: media
• Acceso: a pie
• Restauración: Záblatí, Křišťanovice